En Proceso: Grado Labs
Hace casi 70 años, Joseph Grado, en ese entonces relojero de Tiffany & Co., comenzó a fabricar cartuchos para fono en su casa de Brooklyn. Al ver el potencial para hacer más con su oficio, Joseph cerró la frutería familiar y la convirtió en Grado Laboratories. La decisión resultó ser una inspiración, ya que en 1959 se le otorgaron patentes para el primer Stereo Moving Coil Cartridge y pasó a disfrutar de tres décadas como el líder en el negocio, ya que los discos de vinilo llegaron a su apogeo. Pero a fines de la década de 1980, cuando aparecieron métodos portátiles para disfrutar la música, Joseph se retiró y vendió el negocio a su sobrino, John (quien comenzó a barrer los pisos de Grado Labs a los 12 años). Fue entonces cuando Grado Labs comenzó a dedicar más tiempo al desarrollo de su ahora aclamada línea de auriculares estéreo. Cada par de auriculares Grado está construido a mano en el mismo laboratorio con sede en Brooklyn que también funciona como la casa de la familia Grado. Ahora considerados los creadores de la primera línea de audífonos de verdadera calidad para audiofilos jamás creada, naturalmente miramos a Grado cuando lanzamos un par de auriculares para complementar nuestra tornamesa.