Reloj Urwerk UR-230 Polaris
Los relojes de Urwerk han sido tradicionalmente negros, grises o de una textura apagada, lo que convierte al UR-230 Polaris en una auténtica ruptura con la norma. Su caja está tallada a partir de un bloque de cerámica patentada reforzada con fibra de vidrio que es más resistente a los impactos que la cerámica sola. Las fibras visibles del material también le confieren una calidad brillante, que contrasta con el movimiento URWERK calibre UR-7.30 casi totalmente negro. Sellado herméticamente dentro de un contenedor tipo caja fuerte, alimenta el carrusel de tres brazos, cada uno de los cuales sostiene un bloque giratorio con cuatro números de horas, mientras que una manecilla esqueletizada señala los minutos. También está equipado con un "freno de aire" diseñado para modular la potencia de cuerda según el nivel de actividad del usuario. El reloj se asienta sobre una correa de caucho vulcanizado blanco y está limitado a 35 ejemplares.