Cabaña Topanga

La cabaña Topanga nació después de una reunión casual con un amigo. Esta casita cuenta con solo 120 pies cuadrados. Recubierta de madera recuperada, la mayoría de la estructura está hecha de materiales reutilizados. El modesto interior ahorra espacio con una bodega incorporada, asientos de banca en la ventana, un escritorio pull-down, y un dormitorio en la parte de arriba. Sin electricidad ni agua corriente, sus grandes puertas abisagradas se abren para permitir el flujo de aire, mientras que las ventanas orientas hacia el sur aprovechan la luz entrante del cañón. Sus puertas corredizas de vidrio ofrecen vistas al bosque circundante, así como acceso a una gran terraza para contemplar el paisaje de primera mano.